12.5.07

Los contraataques conservadores

El Nuevo Día, Voces
5 de mayo de 2007

Podemos cansarnos de creer en un país mejor. Es verdad. Parece inaudito que todos los días encontremos en el periódico noticias sobre nuevas acciones dirigidas a menoscabar derechos, borrar los logros alcanzados por grupos minoritarios e ignorar los avances de nuestra sociedad. Es como tener que luchar a brazo partido para mantener a salvo los derechos ganados con intensas y sacrificadas luchas. Es sentir que para avanzar un poco más y dejar un legado a nuestros hijos e hijas nuestras vidas no son suficientes.

Nuestros derechos ciudadanos son inestables, y no porque estemos en evolución. Este estado de inestabilidad surge de una extraña confusión que me molesta y que parte de la idea de que lo tradicional, lo establecido e impreso en nuestras conciencias sin nuestro consentimiento y lo que por siglos ha regido, es lo que debe permanecer por encima de todo, aún de nuestros propios derechos como seres humanos. Suena contradictorio pero no lo es. Cuando se reivindican derechos de las clases trabajadoras, de las mujeres, de los negros, de los inmigrantes y de la comunidad LGBT una esperaría que esos derechos se garanticen, que den estabilidad y paz a la sociedad. Pero ocurre lo contrario: un contraataque conservador virulento y persistente que se vale de todo para anular los logros obtenidos.

¿Podemos renunciar ahora a nuestros derechos para complacer a quienes se benefician de nuestra falta de igualdad? No. Eso no es posible ni aceptable. ¿Por qué se calla la gente cuando se amenazan sus derechos? ¿Será que no los conocen? Desconocer nuestros derechos y dudar si los merecemos es el primer paso para renunciarlos. Temer, callarse y dejar que otros discursen desde el odio y la intolerancia es el segundo paso y quizás el más dañino.

Ahora la nueva noticia, forzada por la incompetencia legislativa, es una posible enmienda a la Constitución para “atajar” la posibilidad de matrimonios entre parejas de un mismo sexo. ¿Quiénes se atreverán a hacerle frente a esa enmienda que lo único que pretende es validar el odio y la inequidad? No dejemos solos a quienes tienen la valentía de defender la equidad. Sin equidad para todas nuestras ciudadanas y ciudadanos no hay posibilidad de paz.

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