26.10.12

¿Objetivo de mercadeo o seres humanas?

En muchos sentidos, las mujeres son un codiciado mercado.  Siendo concebidas como consumidoras, más que como productoras, es comprensible la forma en la que se nos estudia y se nos clasifica desde las empresas de publicidad y ventas.  ¿Cómo ofrecernos un producto? ¿Qué botones emocionales deben ser apretados para que respondamos desde los roles tradicionales de madres, cuidadoras y amas de casa?  ¿Qué otros botones apretar para que respondamos como ejecutivas, empresarias o asalariadas? Y así, sin dejar nada al azar, hasta las frases que pegan en las promociones y campañas tienen su origen en un estudio sobre nosotras.  Lo lamentable es que el fin de estas estrategias no es movernos como grupo en una dirección de reflexión o acción que nos beneficie y nos traiga bienestar, sino vendernos de todo… desde un desodorante hasta un partido político.  Van tras nuestro dinero y tras nuestro voto, que es en realidad lo mismo para quienes necesitan controlar al país desde sus esferas de poder.

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