15.10.12

¿Quién recogió a Chicky Starr?


Con la política puertorriqueña podríamos hacer un libro sobre los efectos tóxicos del machismo isleño en la mente colectiva, aderezados con escenas de la lucha libre criolla y de algunas novelas mexicanas. 

Ahora resulta que el famoso y siniestro Chicky Starr reaparece en el escenario político traído nada más y nada menos que de la mano de una mujer.  Increíblemente, este símbolo de la macharranería violenta no deja de ser noticia y parece no darse cuenta de que es noticia por lo inverosímil y chocante de sus acciones más que por ser una figura respetable.  Este abuelito (creo que está en edad de serlo, lo estoy viendo en los cuadriláteros desde que era pequeña) sí que tiene creatividad para reinventarse.

En el 2010 nos sorprendió al  anunciar su intención de ser candidato por el PNP.   “Vamos a trabajar duro para que en el 2012 haya un representante con un bate para que haga cumplir las leyes”, indicó el luchador al periódico Primera Hora en aquel entonces. Sólo que más tarde se convirtió en el eje de los ataques violentos a estudiantes universitarios en la huelga de la UPR y no sólo repartió batazos, sino que los recibió.  Los estudiantes le superaron en astucia y valor y su intervención con Capitol Security defendiendo al gobierno, la desigualdad y la opresión quedó tristemente reseñada en los medios de comunicación.

Ahora anuncia que se cambia de bando.  Ahora se va con el PPD y su candidata a la alcaldía de Bayamón.  Según él, es ahora que se da cuenta de que Fortuño ha gobernado para unos pocos.  "Yo iba a aspirar a un escaño a representante por acumulación y tenía el apoyo de la plana mayor del partido (PNP), pero he visto unas cosas, y no es secreto lo que está pasando en el país, donde Fortuño se ha dedicado a gobernar solamente para dos o tres, no para la mayoría del pueblo" le dice a El Nuevo Día

Sin embargo, la pregunta que hay que hacerse es, ¿no será que ese mismo PNP clasista y oportunista que lo utilizó como agente catalizador de la violencia en la UPR  y que dejó que todo el país lo culpara no quiere tocarlo ni con la punta de una vara porque resulta que Chicky Starr es demasiado pueblo, demasiado primitivo, demasiado calle?  No cae Chicky Starr con el blanqueamiento que necesita el PNP para parecer respetable.  Porque irónicamente, esa “respetabilidad blanca” y “de clase” es la que atrae votos de los residenciales y de otros sectores marginados por raza y clase social. 

¿Quién quiere recoger a Chicky Starr?  ¿El PPD o sólo su candidata de Bayamón?  Deben pensarlo porque con él recogen algo más que a un luchador de lucha libre y su bate pintado de violencia y machismo.  

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